25S - CRÓNICA DE UN MANIFESTANTE CUALQUIERA: RODEANDO EL CONGRESO (II)
DE
PICNIC EN EL PASEO DEL PRADO
Una vez
llegadas las 14:30 h y tras una cerveza decidimos que era hora de comer. Nos
acercamos a los jardines del Paseo del Prado. Bar Museo del Jamón, picnic a
precio de saldo, bocadillo, lata y fruta por 2,00 €, para que luego digan que
Madrid es caro. Depende de si te sabes mover. A comer. De todos modos, teniendo
en cuenta mi precaria situación económica, yo traía bocadillos de casa. En mi
mochila, esas que después la policía utilizó para meter piedras, iban 2
bocadillos, 1 zumo, 3 manzanas, material de aseo (cepillo y pasta de dientes,
peine,…) y 2 mudas por si acaso había algún imprevisto y me quedaba en tierra.
En los
jardines del Prado había gente, no poca, pero no demasiada. Honestamente, la
cosa apuntaba mal, aunque por otra parte la convocatoria estaba señalada para
las 18:00 h. Mientras comíamos me detuve a hablar con uno de los compañeros del
grupo que formamos ese día. Se llamaba Cristóbal. Previamente a todos nos había
invitado a una cerveza. Persona jubilada y muy agradable. Estaba algo ausente. Nunca
me imaginaría que alguien tan cercano protagonizaría la primera detención del
día.
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De Picnic en el Paseo del Prado |
Sobre
las 15:00 aproximadamente, realmente con las expectativas de movilización que
había, se hacía raro que no estuviéramos allí una auténtica multitud. Había,
tal vez, entre 1000 y 2000 personas dispersas por el parque, y los ánimos con
respecto al resultado de la concentración no eran muy positivos. Entonces, ante
la extrañeza, algunos conocidos de mi grupo nos informaron que nuestras
expectativas con respecto al número de personas eran justificadas, pero que
habían retenidos varios autobuses de varias provincias en su viaje y que no
habían llegado aún. Algunos en su ciudad de origen, otros de camino, como un
autobús de Barcelona a su paso por Zaragoza e incluso otros se encontraban
retenidos aún en las afueras de la capital. El caso del autobús de Granada no
era un caso aislado y había orden generalizada, no solo a nivel provincial,
sino nacional, de registrar y retener los autobuses de otras ciudades que
acudieran a la convocatoria.
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Bus de Valladolid retenido en Villacastín (Segovia) |
Grabación en móvil de una retención
Sobre
las 15:30 h fuimos a las vallas que cercaban el Congreso en Neptuno. La
concentración de personas seguía siendo baja, aunque había que tener en cuenta
que se celebraría una asamblea a las 16:00 h en el Prado. Así que decidimos
echar un café en alguna cafetería de la aledaña Calle de Jesús para pasar el
rato. Hablamos de festivales de flamenco como el de Vallecas o de la actividad
cultural en Marinaleda, y de la hipocresía de grupos y artistas supuestamente
progres o revolucionarios que pretendían cobrar cantidades astronómicas por
adelantado bajo coacción y con la amenaza de suspender el concierto
prácticamente momentos antes del mismo. Mucho revolucionario de pico,
criticábamos. Así no se puede. Ante tanta charla, relajación y con tanta calle
próxima al Congreso prácticamente vacía, el día empezaba a parecer más de visita
turística, de conocer nuevas amistades y de compartir experiencias, para terminar
volviendo a la cruda realidad al día siguiente con la impotencia añadida de lo
infructuoso de la convocatoria.
PRIMERA
DETENCIÓN
Llegadas
las 16:30 h ya habíamos vuelto a Neptuno. El número de concentrados no parecía
haber aumentado. Hasta las 18:00 h seguiríamos sin saber nada. Sonaban cánticos
(“El de la porra, en navidad tampoco cobra”, “El golpe de estado está en el
otro lado” entre otros), pero poco más. Sobre las 17:00 h pareció haber un
movimiento extraño. Los policías que bloqueaban una zona para el acceso al
Congreso, por algún motivo se disolvieron y dejaron que los manifestantes se
acercaran a las vallas. Nuestro compañero Cristóbal se puso en primera fila hondeando
la bandera del SAT, mientras la gente le vitoreaba.
La policía
cede terreno
Subí con
otro compañero a las atalayas de prensa para hacer algunas fotos. No era nada
fácil porque estaba atestada de fotógrafos y periodistas, y era difícil hacerse
hueco. Para más inri un empleado de Antena 3 TV empezó a echarnos a todos. Las
atalayas las instalaron Antena 3 TV y Tele 5, y eran los únicos que podían
tener acceso a ellas, las cuales eran una de las pocas formas de obtener una
amplia visión de la plaza. Aún así tanto fotógrafos como videoaficionados se
resistían a irse y apuraban a hacer las máximas fotos y vídeos posibles. Mientras
estábamos arriba, sobre las 17:30 h llegaron los reunidos de la asamblea del
Prado, una interesante marea de gente que llenó casi en un tercio la Plaza de las Cortes. Era la
primera de las tres marchas que debían de llegar.
Pero a
pesar de ello, el número de personas era muy bajo de acuerdo a lo esperado. Nos
pedimos paciencia una vez más.
Asamblea
en el Prado y unión a Neptuno
El
ambiente, sin embargo, empezó a caldearse. Tal vez esta repentina subida de
ánimos fue la culpable de llevarnos el primer gran disgusto del día. Unos
minutos después nuestro compañero Cristóbal comenzó a escalar el primer hilo de
vallas que cortaban el camino al Congreso. Nos preguntábamos qué estaba
haciendo. Muchos manifestantes le gritaron, no sé si para que no siguiera o
animándole en su cometido. Una vez estuvo sobre la valla, comenzó a hondear la
bandera del SAT y acto seguido continuó. Tras trepar la segunda valla cayó al
suelo e inmediatamente se lo llevaron dos policías. Le seguí con la mirada intentando
percatarme de la actitud policial pero le perdí rápidamente de vista tras las
lecheras. A día de hoy sé que estuvo tres días detenido. No he conseguido
ponerme en contacto con él para saber como le trataron y cómo estaba de ánimos.
Sólo sé, a raíz de uno de mi grupo que tuvo noticias suyas, que no le apetecía
hablar y que necesitaba descanso. Espero que el trato con él, máxime con su
edad, no fuera el mismo que recibieron otros detenidos.
Cristóbal hondea la bandera del SAT ante el Congreso |
Un detenido comparte su experiencia
RODEANDO EL CONGRESO
De un
grupo inicial de 7, uno se había perdido (mi compañero que estaba haciendo
fotos), otro se había quedado atrás en el Paseo del Prado y otro había sido
detenido. El grupo tan compacto que habíamos formado para protegernos de
posibles denuncias falsas cada vez era más reducido. Comenté mi inquietud sobre
qué estaría pasando en otros puntos de la concentración, ya que no
localizábamos a ninguno de los perdidos tras varias llamadas y tampoco ellos
hacían por localizarnos. Decidimos rodear el perímetro policial para evaluar la
situación. Más o menos, aunque este vídeo fue grabado unas horas antes, muestra
muy gráficamente lo que vimos. El Congreso cercado por todas sus posibles
entradas y prácticamente ningún manifestante, solo peatones. Nuestro recorrido:
Calle Cervantes, Calle del Prado, Plaza de Santa Ana y Calle del Príncipe con
Cedaceros.
La Policía cerca el Congreso
En
Príncipe con Cedaceros había otro punto de presión de los manifestantes. Pero
realmente, seguían siendo pocos. Varios cientos de ellos ocupaban escasamente
un tercio del espacio abierto que existe en este cruce. Inexplicable, aunque en
unos minutos entendimos por el por qué.
Toda la Carrera de San Jerónimo
que iba desde este cruce hasta la
Puerta del Sol estaba plagada de lecheras, de principio a fin.
Víctor, un compañero sospechó que si íbamos a la Puerta del Sol nos
encontraríamos con un gran grupo. Andamos la calle y veíamos estupefactos toda
la hilera de furgones, que uno tras de otro bloqueaban toda la calle. Había tan
poco espacio entre ellas que una de ellas al maniobrar para salir no pudo
evitar golpear a la de atrás. Llegamos a Sol y, oh sorpresa, solo faltaban las
tiendas de campaña para creer que habíamos vuelto al 15 de mayo. Allí estaban
todos. Y muchos más. Al fondo se unió una de las marchas provenientes de la
Gran Vía y en este momento por fin pudimos
ver la magnitud de la concentración, esa a la que todos habíamos venido. Comenzamos
la marcha por la Calle
de Alcalá, a la cual se unió otra más en Cibeles. El ambiente se puede ver en
los siguientes vídeos que se grabaron en ese momento.
No solo los manifestantes ocuparon el centro de Madrid
Mientras
se caminaba todos cantábamos al unísono a los que nos miraban el clásico “No
nos mires, únete”. Otro muy coreado fue el “A ti que estás mirando, también te
están robando”. El momento más duro de la marcha se dio cuando vimos a dos
ejecutivos asomados a un balcón del BBVA. Se me escapó un grito que no pude
contener: “A esos no, a esos no les roban”. En un momento me quedé solo,
parecía que había hecho el ridículo. Pero se ve que la masa estaba buscando la
frase idónea para expresar de la mejor manera la rabia hacia los banqueros. De
pronto, todos empezaron a cantar: “No nos mires, tírate”, unida al descojone
general. Los señores ejecutivos, desalentados por la escena, se encerraron sin
hacer ningún gesto en su despacho.
Pasamos
por Cibeles. Se unió una marcha más. Unos metros más adelante, esto fue lo que
nos encontramos al llegar de nuevo a Neptuno…un poco antes de las 19:00 h. La
fiesta policial estaba a punto de comenzar.
¡RAJOY DIMISIÓN!
Continuará....
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